El vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, y el director gerente de Nasuvinsa, José Mª Aierdi, han presentado un balance sobre el programa de Bolsa de Alquiler de viviendas, que durante 2017 ha incorporado 68 nuevas pisos, hasta alcanzar los 553, la cifra más alta desde la puesta en marcha del plan, lo que equivale a un incremento del 14%. También han adelantado las medidas previstas para 2018: se mantienen las subvenciones de tres mensualidades que los propietarios cobran al incorporarse al programa y se mejora la fiscalidad para quienes pongan su piso vacío a disposición de la Bolsa de Alquiler social que gestiona Nasuvinsa, así como una mejora de la fiscalidad tanto para inquilinos jóvenes como para familias monoparentales.
Como principal novedad, se elimina la retención mensual del 19% que practicaba Nasuvinsa en concepto de rendimiento de arrendamientos de bienes inmuebles. La persona propietaria ajustará ese impuesto con Hacienda que, dada la reducción del 40% de los rendimientos obtenidos, suele practicar una liquidación mínima o inexistente.
Asimismo, el Gobierno de Navarra ha aprobado una nueva convocatoria de subvenciones equivalentes a tres mensualidades, que oscilaría entre 945 y un máximo de 1.600 euros. También se mantiene la bonificación fiscal del 40% sobre los rendimientos obtenidos por el arrendamiento únicamente para los propietarios de viviendas de este programa.
Algunos inquilinos también han visto mejorado su tratamiento fiscal. En concreto, los jóvenes (hasta 30 años) y las familias monoparentales podrán incrementar su deducción hasta 1.500 euros, frente a los 1.200 euros actuales, siempre que su capacidad económica sea igual o inferior a 30.000 euros. Estas medidas, que afectan a todos los inquilinos independientemente de si están en un programa público o no, buscan incentivar la emancipación de la juventud, así como facilitar el acceso a una vivienda de un colectivo con especiales dificultades como son las familias monoparentales.
Las medidas aplicadas en lo que va de legislatura comienzan a presentar datos favorables, en cuanto a la incorporación de nuevas viviendas privadas al contingente de alquiler gestionado por la sociedad pública Nasuvinsa. El Gobierno tiene el objetivo de captar 100 viviendas anuales y que la Bolsa de alquileres disponga de 700 en la primavera de 2019. Donde no llega la oferta económica, lo hace la seguridad jurídica.
Cabe recordar que en un estudio reciente, las personas que han puesto su vivienda en alquiler a través de la Bolsa de Nasuvinsa, califican el programa con un 7,4 sobre 10. El 92% recomendarían el programa a otras, si bien la principal queja es la renta obtenida. La seguridad del cobro y la garantía de recuperación del piso en buenas condiciones son muy valoradas por los arrendadores.
El programa navarro, puntero
El programa navarro de alquiler social de viviendas, conocido como Bolsa de Alquiler, terminará 2018 siendo el más completo en la movilización de viviendas particulares de toda España.
Laparra y Aierdi han realizado un breve balance sobre la Bolsa de Alquiler en lo que va de legislatura. Han recordado cómo en 2016 el programa de alquiler social se extendió a toda Navarra y se flexibilizaron ciertos requisitos, como la dimensión de la vivienda o el tiempo mínimo en el que debía haber estado vacía.
En 2017 se ha incrementado la renta percibida por las personas propietarias de los pisos (gastos de comunidad hasta 50 euros al mes sufragados por Nasuvinsa), se ha simplificado la gestión en las mejoras de la habitabilidad (eficiencia energética y reparaciones), financiación sin intereses de gastos de rehabilitación para adecuar la vivienda al alquiler hasta 12.000 euros o expedición del certificado de eficiencia energética por cuenta de Nasuvinsa.