El Gobierno de Navarra ha aprobado nuevas medidas para mejorar y facilitar las condiciones de entrega de vivienda en desuso a la Bolsa de Alquiler cuyo arrendamiento gestiona Nasuvinsa. Estas se suman a otros incentivos, como ventajas fiscales y subvenciones, incorporados desde 2016 y que han favorecido un período de crecimiento continuado de este programa público hasta alcanzar actualmente la histórica cifra de 831 pisos.
Entre las novedades destaca la opción de que el propietario delegue en esa sociedad pública la realización de las obras de mejora que pueda precisar la vivienda, así como de los trámites administrativos que no sean responsabilidad personal del propietario, según ha explicado hoy el vicepresidente del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, durante la rueda de prensa en la que ha comparecido junto al director general de Vivienda, Eneko Larrarte.
Aierdi ha valorado la positiva evolución de la Bolsa de Alquiler y ha reiterado “el firme compromiso del Gobierno de Navarra por esta apuesta estratégica que busca movilizar en toda la Comunidad Foral pisos en desuso, tanto de personas particulares como de entidades privadas, y ampliar con ello la oferta pública en régimen de arrendamiento a precios sociales”. También ha apuntado como “permite reforzar la función social de la vivienda y atender las necesidades habitacionales de las personas más vulnerables a las condiciones alcistas del mercado”.
Aierdi ha agradecido expresamente la confianza demostrada por un amplio número de personas que han decidido poner sus viviendas en manos de la Bolsa de Alquiler del Gobierno de Navarra, para su arrendamiento a través del Censo de Solicitantes de Vivienda Protegida que gestiona también la sociedad pública Nasuvinsa. “El Gobierno sabrá responder a esta muestra de confianza de cientos de personas propietarias, tanto particulares como entidades privadas, porque es la clave del éxito y la garantía de que la Bolsa de Alquiler seguirá creciendo como herramienta eficaz para que podamos atender la demanda social de vivienda en alquiler a precios asequibles”, ha destacado.
En la comparecencia de prensa se ha emitido el vídeo promocional sobre la Bolsa de Alquiler que ha sido editado por la sociedad pública Nasuvinsa, en el que se recogen las nuevas condiciones ventajosas para las personas particulares y entidades privadas que deseen ceder sus viviendas en desuso al Gobierno de Navarra para su arrendamiento.
Financiación y gestión de las obras de mejora
El director general de Vivienda, Eneko Larrarte, ha explicado que la sociedad pública Nasuvinsa se encargará de realizar las obras de mejora que, en su caso, precisen las viviendas para garantizar las condiciones óptimas de habitabilidad exigidas por la normativa foral.
Se trata de un proceso del que hasta ahora se encargaba la parte propietaria y ahora asumirá Nasuvinsa, pues gestionará los gremios y el coste íntegro de esta intervención. Aunque el coste total seguirá corriendo por cuenta del propietario este se podrá abonar en módicas condiciones ya que, optativamente, podrá realizar el pago con cargo a las mensualidades de su renta.
Larrarte ha señalado que, para dar las máximas facilidades al propietario, Nasuvinsa se hará cargo también de todas las gestiones administrativas para la obtención de la documentación previa al convenio, salvo lógicamente aquellas gestiones que son de responsabilidad exclusiva de la persona propietaria. Nasuvinsa tramitará, por ejemplo, la obtención de los certificados de fontanería y de instalación de gas, y el boletín eléctrico, si bien las tasas serán por cuenta del titular de la vivienda.
Además, seguirá gestionando como hasta ahora, de forma gratuita, el certificado de eficiencia energética de la vivienda y la autorización de desocupación de la vivienda protegida del departamento de Vivienda del Gobierno de Navarra.
1.500 euros de subvención
Entre las principales ventajas que ofrece la Bolsa de Alquiler caben destacar, en concreto, los gastos de comunidad sufragados por Nasuvinsa (hasta 50 euros al mes) o la financiación sin intereses de las obras para adecuar la vivienda al alquiler (hasta 12.000 euros) o la expedición del certificado de eficiencia energética por cuenta de la citada sociedad pública, sin coste para el propietario.
Así mismo, desde 2018 está en vigor una subvención a fondo perdido para los propietarios y propietarias, por una cantidad de hasta 1.500 € equivalente a tres mensualidades de renta. La cesión de vivienda tiene también reconocidas importantes ventajas fiscales, con una bonificación del 40% sobre los rendimientos obtenidos por el arrendamiento.
Subida del 11% del precio de arrendamiento
Entre las medidas para incentivas la Bolsa de Alquiler presentadas hoy figura igualmente la actualización de los precios de arrendamiento, que permanecían bloqueados desde 2013, y que para 2022 experimentarán un incremento del 11%, del 30% para los garajes y del 8,5% para los trasteros y otros espacios anejos.
En concreto, el precio uniforme para las viviendas cedidas a la Bolsa de Alquiler en toda Navarra será de 5,5 euros por metros por metro cuadrado, de 65,26 por garaje y de 2,17 euros por trastero y otros anejos.
Convenio con el Banco de Santander
El vicepresidente Aierdi ha destacado la participación creciente en la Bolsa de Alquiler de entidades de titularidad privada, que desean ofrecer viviendas de su propiedad en desuso, reforzando con ello las aportaciones realizadas por personas particulares, que actualmente representan el volumen principal del parque gestionado por la Bolsa de Alquiler a través del censo de solicitantes de vivienda protegida.
Aierdi ha detallado que a la incorporación de pisos del Arzobispado de Pamplona y Tudela se ha sumado la reciente firma de un convenio con el Banco de Santander, para la entrega de un total de 11 viviendas propiedad de esta entidad bancaria que están localizadas en diversas localizadas de Navarra, concretamente en Altsasu/Alsasua, Cintruénigo, Huarte/Uharte, Tudela y Viana.
8 de cada 10 viviendas en Pamplona y Comarca
El número de aportaciones a la Bolsa de Alquiler ha consolidado una tendencia de crecimiento continuado desde 2015, hasta alcanzar en estos momentos un total de 831 viviendas, a las que está previsto incorporar las 11 ofrecidas por el Banco de Santander.
Este volumen representa el máximo histórico alcanzado por este programa público, que tiene como objetivo movilizar vivienda privada vacía para reforzar la oferta pública protegida que se realiza a través de los 1.086 pisos que integran el parque propio de Nasuvinsa, al que se han incorporado las 138 ya finalizadas y adjudicadas de las 524 que se están promoviendo dentro del plan foral de alquiler Navarra Social Housing, en su mayor parte en fase de ejecución.
El techo histórico de 831 viviendas actuales representa porcentualmente un incremento de la Bolsa de Alquiler del 75% respecto de las 475 viviendas que estaban registradas 2015. Por comarcas, Pamplona y zona metropolitana cuenta con 656 viviendas (78,95%), seguida de Tudela y la Ribera con 95 (11,42%), Estella y Ribera Alta con 32 (3,85%), Pirineo con 29 (3,49%), zona norte (Alsasua/Altsasu, Doneztebe/Santesteban, Elizondo e Irurtzun) con 11 (1,33%) y zona media con 8 viviendas (0,96%).
Destaca la evolución positiva en la comarca de Tudela y la Ribera, al pasar de las 11 viviendas de 2017 a las 95 actuales, es decir, casi nueve veces más.
Devolución en buen estado
Al término del contrato de cesión, los propietarios pueden optar por mantener su vivienda en la bolsa de alquiler o, por el contrario, recuperar la misma.
En este último caso, tal como se recoge en el propio convenio de cesión, Nasuvinsa devuelve la vivienda a su propietario en buen estado de conservación y libre de inquilinos, si bien con el desgaste lógico de los elementos residenciales por el uso en el tiempo de los mismos.
Para ello, el área de Mantenimiento de la sociedad pública realiza en todas las viviendas diversos trabajos que incluyen el pintado de las paredes y techos con material plástico, el pintado puntual de reparaciones y saneados, y una limpieza general de la vivienda que se encarga a una empresa especializada. El coste económico de estos trabajos para la devolución de la vivienda a su propietario en buen estado asciende a una media de 2.800 euros por vivienda.