La vicepresidenta tercera y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias del Gobierno de Navarra, Begoña Alfaro, ha visitado esta mañana el edificio de 46 viviendas de protección oficial en régimen de alquiler ubicado en Ripagaina, en Pamplona/Iruña. Esta promoción se enmarca dentro de la primera fase del plan Navarra Social Housing, promovido por el Ejecutivo foral, y destaca por su alto estándar de sostenibilidad y eficiencia energética.
Durante la visita, Alfaro ha estado acompañada por el director gerente de Nasuvinsa, Javier Burón, así como por responsables técnicos del proyecto, que han explicado las características arquitectónicas y constructivas de este edificio, que ha obtenido la certificación Passivhaus, cumpliendo con los requisitos europeos de Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN).
“El edificio de Ripagaina 46 representa el tipo de vivienda pública que queremos ofrecer en Navarra: asequible, digna, eficiente y pensada para el bienestar de las personas que la habitan”, ha destacado Begoña Alfaro. “Es un ejemplo claro de cómo se puede construir con criterios de calidad y sostenibilidad sin dejar de garantizar el acceso a quienes más lo necesitan”.

El edificio se organiza en dos plantas de sótano, planta baja y cinco alturas, con un total de 46 viviendas. En cada planta se ubican ocho viviendas, salvo en la planta baja donde hay seis. La promoción cuenta con 10 viviendas de un dormitorio, 10 de dos dormitorios, 3 de tres dormitorios y 23 de cuatro dormitorios, lo que permite dar respuesta a una amplia variedad de perfiles familiares. Todas las viviendas disponen de trastero y plaza de garaje ubicados en los sótanos, que además albergan la sala de calderas de biomasa y el silo de astillas, así como accesos rodados y peatonales desde la calle gracias al aprovechamiento del desnivel topográfico del solar. El garaje está mancomunado con el de la promoción anexa de Ripagaina 47, ya finalizada y en proceso de adjudicación por Nasuvinsa a través del censo oficial de solicitantes de vivienda protegida, igual que esta de 46 viviendas.
La fachada sur del edificio presenta una sucesión de terrazas con vuelos y celosías de perfiles de aluminio que proporcionan un sombreamiento natural y mejoran la eficiencia energética, al tiempo que permiten la entrada de luz natural. La distribución interior de las viviendas ha sido diseñada bajo criterios bioclimáticos, orientando los espacios de día hacia el sur y los dormitorios hacia el norte, para maximizar el confort térmico y lumínico. El acceso a las viviendas se realiza desde tres portales con acceso tanto desde la cara norte del edificio como desde la calle Madrid. Toda la edificación ha sido concebida para ofrecer una imagen formal limpia, racional y adaptada a su entorno urbano.

La promoción ha sido diseñada por los estudios MRM Arquitectos, integrado por Miguel Alonso, Roberto Erviti y Mamen Escorihuela y Taller Básico de Arquitectura, integrado por Javier Pérez-Herreras y Javier Quintana de Uña, y el arquitecto Unai Armendáriz. Las obras han sido ejecutadas por la UTE Acciona–Servinabar, siendo el jefe de obra Mikel Arrarás. La asistencia técnica por parte de Nasuvinsa se ha llevado a cabo desde la sección de Promoción y Posventa y ha correspondido a la arquitecta técnica María Magallón junto con su responsable Idoya Zabalza. Cuenta con un sistema de calefacción central alimentado por biomasa de astillas de madera, con apoyo de una aerotermia y distribución mediante suelo radiante en todas las viviendas. Además, incorpora un sistema de ventilación mecánica con recuperación de altas prestaciones, ubicado en zonas comunes, que garantiza la calidad del aire y el confort interior. En la cubierta se han instalado 66 paneles fotovoltaicos que producen energía eléctrica para abastecer los espacios y servicios comunes del edificio, lo que refuerza su carácter de edificio eficiente y de bajo impacto ambiental.
Todas las viviendas están conectadas a la plataforma de gestión energética de Nasuvinsa, que permite monitorizar en tiempo real, durante las 24 horas del día, parámetros como temperatura, humedad, concentración de CO₂ y consumo energético de calefacción y agua caliente sanitaria. Esta herramienta es clave para analizar el comportamiento térmico del edificio, ajustar los sistemas de climatización y optimizar futuras promociones públicas en Navarra.
“Ripagaina 46 es un ejemplo de cómo hacer vivienda pública con una mirada puesta en el futuro”, ha afirmado Javier Burón. “Además de su eficiencia energética, el edificio está monitorizado con tecnología que nos permitirá analizar su funcionamiento con datos reales y seguir mejorando en cada nueva promoción”.
La actuación se enmarca dentro de un proyecto integral que incluye también la promoción vecina Ripagaina 47, sumando un total de 93 viviendas protegidas en el barrio. Además, se han ejecutado un espacio público de más de 1.500 metros cuadrados, una zona verde de 4.300 metros cuadrados que se integrará con el entorno, y 244 metros de nuevo carril bici, mejorando notablemente la calidad de vida urbana y la accesibilidad sostenible.
El proyecto ha sido cofinanciado por el Gobierno de Navarra, Nasuvinsa, el Banco Europeo de Inversiones y los fondos europeos Next Generation EU en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Con esta promoción, el Gobierno de Navarra reafirma su apuesta por una política pública de vivienda innovadora, comprometida con el acceso universal, la sostenibilidad y la calidad urbana.